26 marzo 2007

6900


Los dedos de las manos, los dedos de los pies, la p**** y las dos b****, hacen todo veintitrés. Así decía la poética canción de mis años escolares. Multiplicad por 300 y obtendréis como resultado 6.900, el número de apéndices netamente masculinos reunidos en torno a Leónidas, rey de Esparta. Puritita testosterona.

Si. Estoy hablando de “300”, la peli recién estrenada, que lleva a las pantallas el tebeo de Frank Miller sobre la batalla de las Termópilas. Me gustan las películas “de romanos” y me gustan los tebeos. Las críticas han señalado a “300” como de lo mejorcito del género. Todo indicaba que en la sesión del sábado por la noche iba a disfrutar.

Pues si y no. La cinta es entretenida, a veces sobrecargada de acción trepidante y salpicaduras diversas. Se acerca a la perfección técnica en el dominio de infografías, efectos, banda sonora. La estética es interesante, una fantasía oscura a años luz de la sensibilidad mediterránea que hubiera sido propia de la historia (¿dónde están los cielos luminosos del Peloponeso, dónde el mar azul, el vinoso Ponto?). Pero el guión y los textos... Son una basura, un panfleto neocon, un horror!!.

Me explico: Según el argumento, Leónidas y sus 300 valientes espartanos suponen el único obstáculo entre Jerjes, tiránico rey de los persas, y la libertad de los griegos. El resto de los griegos son pedófilos (los atenienses), cobardicas (los arcadios) o directamente traidores (los espartanos partidarios de la diplomacia y el pacto, esos que quieren romper Ejjparta y ceden al chantaje del Persa). Jerjes es una fantástica drag-queen, dos metros y medio de maricón con piercings, que organiza y dirige los innumerables efectivos de su poderoso ejército desde una carroza salida del carnaval de Tenerife. Los persas en general son “la horda asiática”, feos, mutantes, infrahumanos, pervertidos. Por el contrario, Leónidas y los suyos son recios muchachotes de dórico perfil, luchadores por la libertad, deportistas y heterosexuales 100% (a pesar de lo que parecen indicar esos arneses de cuero negro marcando pectorales... ¿por qué se me vienen a la cabeza los desaparecidos frescos del desaparecido y mítico Troyan’s?).

Es sólo un tebeo, me diréis. Un inocente desvarío fantástico, me diréis. Vale, pero no tan inocente. Sabemos el dinero y los intereses políticos que ha habido (y hay y habrá) detrás de algunas superproducciones de Hollywood a medio camino entre la agitprop y el show business. Conocemos la dificil situación política del círculo neocon intervencionista desde las elecciones americanas del pasado noviembre y la destitución de Rumsfeld. Hemos leído en los últimos meses ríos de tinta sobre la maldad intrínseca de los iraníes –los persas de hoy en día, horda asiática si cabe y musulmana para mas inri- y sus pérfidas aspiraciones nucleares... Y alguno de nuestros ilustres liberales ya ha empezado a utilizar el argumento "300" para sus particulares ensoñaciones patrias. Por cierto, los antiguos espartanos no eran "gays" porque en su época y en su lugar era innecesario el concepto "gay". Practicaban TODOS la bisexualidad y el homoerotismo desde su más temprana edad, era una tradición local, digamos.

En fin, ahora que Clint Eastwood nos ofrece una visión dual, ajena a la propaganda, de la Segunda Guerra Mundial en el Pacifico, se me ocurre que tal vez estaría bien proyectar, al mismo tiempo y en los mismos cines que “300”, una peli sobre Jerjes, Leónidas y la batalla de las Termópilas, pero dirigida por Kiarostami y basada en un comic de Marjane Satrapi.

9 comentarios:

senses and nonsenses dijo...

me temía que el rigor histórico brillaría por su ausencia. no tenía demasiado interés, pero ahora me ha entrado curiosidad.
...por Kiarostami la película hubiera sido otra Historia.

un abrazo.

El Castor dijo...

Benditas tradiciones las de la antigua Esparta, sería lo más parecido al paraíso, creo yo.
Saludos.

Argo dijo...

Pues yo he quedado para verla este jueves, así que ya contaré. Intentaré alienarme del pufo neocon y disfrutar de los pectorales.

Anónimo dijo...

"Por el contrario, Leónidas y los suyos son recios muchachotes de dórico perfil, luchadores por la libertad, deportistas y heterosexuales 100%"

Te has perdido entonces cierto diálogo entre dos de los muchachotes de Leónidas. Uno le propone al otro "cubrirle las espaldas" y éste replica "ahora no tengo tiempo para eso; estoy luchando" (o algo similar).

Alfredo dijo...

Tampoco vamos a pedir rigor histórico a un tebeo, Senses, a mi me bastaría con un poco de humor y ambigüedad moral en los personajes, algo un pelín mas cercano a la realidad.

Y no exageremos, Castor, paraíso lo que se dice paraíso, Esparta debía de estar lejos. Todo el día a dieta de aceitunas y dale que te pego de guerra en guerra.

Ya me contarás, Argo. Lo del tufillo facha pueden ser paranoias mías, relájate y goza!

Bienvenido, Webensis!.
vi la película en versión original con subtítulos, así que muchos diálogos se me pudieron perder. En cualquier caso, los espartanos van de rollo leather y "alergia a las plumas".

Anónimo dijo...

Que le pregunten a la reina si Leónidas es gay xD

Las quejas sobre la estética y la ambientación háganselas llegar a Frank Miller, no a Snyder.

Lo de los mensajes propagandísticos, sí, sin duda: yo ahora, después de ver la película, tengo en el cuarto un poster de Rumsfeld y odio a los iraníes.

A propósito, también dijeron que Gondor contra Mordor era USA contra Irak. Y que Maximus era Bush, y muchas otras pamplinas conspiracionistas. Ni los peones negros, oye.

Alfredo dijo...

Bienvenido, Jose.
A ver, puntualicemos:

- La reina de Esparta pensará lo que quiera, pero su maridito tiene una doble vida o algo sospechoso por ahí.

- Yo no me quejo por la estética ni por la ambientación -he dicho que me parecen interesantes, aunque no parecen las propias de una historia que transcurre al borde del Mediterráneo- y nunca he mencionado a Zack Snyder.

- Por supuesto espero que los efectos de la película no sean tan radicales en ti como para colgar a Donald en la pared de tu cuarto. Pero no me negarás que hay una ideología belicista y xenófoba detrás de la historia.

- ¿Quién pagó a los éforos para detener la expedición militar de Leónidas? Queremos saber!

manuel_h dijo...

La vi el otro día y coincido con casi todo lo que dices, con dos matices: ideológicamente es un poco rastrera, sí, pero no creo que sea fruto de ninguna coyuntura actual, sino que es algo casi consustancial a este tipo de películas donde los buenos tienen que ser buenísimos (a pesar de detalles como esa despreocupación con la que remataban a los heridos mientras charlaban amigablemente de no sé qué), y los malos, auténticos demonios con diversos disfraces.
El otro matiz es que yo no la vi ni siquiera entretenida. Creo que ese tebeo daba para un corto fantástico, pero de no más de veinte o treinta minutos. El resto era reiterativo hasta el aburrimiento, y eso que añadieron muchas cosas que no estaban en el comic original (al menos en el que yo tengo por aquí; no soy un experto en comics y a lo mejor hay otros, pero en el que yo conozco no sale nada, por ejemplo, de la historia de la reina y sus problemas políticos en Troya)

saludos

Caronte dijo...

que es un cómic!!!

(y visualmente va un paso más allá de lo hecho hasta ahora)

saludos