24 abril 2007

Kenia – Diario de Viaje (III)


3 de abril. Nos levantamos a las seis de la madrugada y nos ponemos en camino con un café bebido. Más elefantes, gacelas, jirafas y por fin... leones!. Están tumbados, medio dormidos. Esperamos hasta que uno de ellos levanta la cabeza y podemos sacarle una foto vistosa. Nuestro guía dice que, aunque no lleve melena, es un león macho. Un poco mariquita, me parece a mi. Más bichos, vuelta al hotel y desayuno pantagruélico. El grupo sale de nuevo de excursión a visitar un poblado de la tribu samburu. Yo me quedo en el hotel porque mi estómago –y mis intestinos- empiezan a darme problemas. Leo un rato y escribo algo en el diario, sentado en el porche del bungalow. Ante mi, un jardincillo con grandes árboles. Van pasando familias de monos juguetones. Un pájaro azul eléctrico bebe agua en un cuenco de piedra. Más allá, el río y un abrevadero donde se duchan los elefantes. Vuelven los de la visita turística, bastante impresionados por el nivel de basura y de aculturación que han podido observar. Por la tarde, otro safari fotográfico hasta el oasis de Buffalo Springs. Sigo con retortijones, así que no he comido y tampoco ceno apenas. Y a la hora de las cervezas, me tomo un té. Los ingleses trajeron aquí sus costumbres, asi que en Kenia se cultiva un té excelente. Tampoco el café de aquí está mal. Interesante discusión de sobremesa sobre el futuro de los samburus: Algunos se quejan de la suciedad y la falta de higiene. Viven en un auténtico estercolero. Esther dice –y tiene mucha razón- que nuestras exigencias de higiene son absurdas en un lugar en donde hasta el agua es un lujo. Ellos son felices así, con sus tres vacas llenas de moscas, sus niños con mocos y su olor a sobaquina. Vale, digo yo, pero si esta gente no se espabila y se adapta al mundo globalizado –tienen una oportunidad de oro con el turismo-, el mundo globalizado les marginará y machacará y acabarán recogiendo basura en los suburbios de Nairobi. No sé.

2 comentarios:

Alfredo dijo...

Soy un vago redomado, ya lo sé. Pido perdón a mis adorados lectores por la lenta actualización de este blog y por no contestar a todos los comentarios. Sabéis que aprecio cada uno de ellos. Estoy un poco estresao!

El Castor dijo...

Una pena que te perdieras la excursión al poblado samburu.
Coincido contigo en el tema de la limpieza: si falta agua ciertas cosas hay que comprenderlas pero tampoco justifica eso de vivir en un estercolero. Me parece a mí. Saludos.