...Y ahora qué?
Ahora muchos se casarán. La mayoría serán parejas ya consolidadas, buscando reconocimiento y soporte legal a una vida compartida.
Pero seamos realistas: También habrá mucha mariquita y mucho bollo que se case por exhibicionismo, exaltación romántica o, simplemente, por dar la nota y montar un bodorrio. Errare humanum est.
A consecuencia de ésto, unos meses después comenzarán los divorcios gay. Que serán sin duda numerosos y que provocarán chanzas diversas y comentarios negativos en los medios de comunicación que todos conocemos. Sacarán estadísticas (siempre hay una estadística a favor de lo que uno dice).
Pues entonces, ni caso. Paciencia y a recordar los innumerables ejemplos de matrimonios heterosexuales fracasados después de una boda por la Iglesia, mucha seda salvaje y convite en el Ritz.
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