15 junio 2005

Manifiesto


El Foro Otomano de la Familia, vivamente preocupado ante el próximo edicto imperial de nuevas leyes que ponen en cuestión los valores familiares tradicionales, desea convocar a la ciudadanía para elevar nuestra más enérgica protesta ante la Sublime Puerta.

El edicto en cuestión, amparándose en un falso progresismo de raices laicas, pretende imponer costumbres bárbaras, ajenas a la doctrina del Profeta y a las más elementales normas de la Ley Divina. Se pretende, señores, nada menos que conceder al matrimonio monogámico los mismos privilegios de que siempre ha disfrutado el harén tradicional.

¡Ciudadanos! ¡Defendamos ahora y siempre la poligamia, esencia de nuestras recias tradiciones y fundamento de nuestra prosperidad! ¡Qué nada ni nadie se atreva a atacar nuestros serrallos! ¡Por el futuro de nuestras mujeres y nuestros hijos, por el bien de nuestros eunucos!
¡¡El Harén SI importa!!

¡¡Todos a la manifestación del día 18 en el Cuerno de Oro!!

05 junio 2005

La caena mardita


Una cadena me manda hacer Manuel H, y en vida me he visto en tal aprieto...

1.- Tamaño total de los archivos de música en mi ordenador: 12 megas. Ésto tiene una explicación: hasta hace unos meses tenía una conexión chunga y un ordenador patatero, modelo del 96, sin condiciones para nada. Ahora tengo ADSL y un pc a tutiplén, pero entoavía no sé manejarlo.

2.- Último disco que me compré: Antony and the Johnsons, "I’m a bird now". Lo he descubierto hace poco, en este blog. Se puede escuchar aquí.

3.- Canción que estoy escuchando ahora: Ninguna. Ahora tengo la ventana de mi habitación abierta. Vivo en un primer piso, en una calle estrecha. Se escucha pasar un coche. Las teles de los vecinos. Algún borracho de domingo.

4.- Escucho a menudo / 5 Canciones que tienen algún significado para mí:
1 - "El tigre del Guadarrama" de Vainica Doble.
2 – "Heaven" – Talking Heads.
3 – "Heroes" – David Bowie.
4 – "End of the line" – Roxy Music.
5 – "Hand in glove" – The Smiths.
Pero las he escuchado tantas veces que ya no necesito hacerlo.
Y el testigo no lo paso, rompo la cadena, confiando en que el Cielo no caiga sobre mi cabeza.

04 junio 2005

Europa

Sobre el tema de la constitución europea y su ya remota aprobación popular, sólo me cabe suscribir lo que dice Soledad Gallego-Díaz en su artículo de El Páís (3 de junio 2005):
...
"Lo más inquietante de los resultados de los referendos en Francia y en Holanda es la narrativa (el fontanero polaco) que se ha ido introduciendo en el debate y la incompetencia y arrogancia con la que los políticos y las élites defensoras de la construcción europea se han ido comportando y, al parecer, quieren seguir comportándose. ¿Seguirán ignorando que ha aparecido otra narrativa? ¿Ignorando que el voto de la socialdemocracia continental, clases medias y trabajadoras, está dividido, y que una parte importante se ha sentido desligado del proyecto de ampliación y profundización de la Unión Europea, porque ya no lo percibe como algo esperanzador sino como una amenaza? ¿Ignorando que el 79% de las clases populares, el 67% de los empleados y el 53% de la llamada clase media integraron el voto no en el referéndum francés? ¿Ignorando que ya no existe tampoco una democracia cristiana europea, como la que ayudó a levantar la Comunidad, porque quedó hace ya bastante tiempo arrasada por un ultraliberalismo que no lleva adjetivos y que tiene su propio cuento?

O se recupera otra narrativa, mucho menos empeñada en atraerse a Londres (encima, sin éxito) y más interesada en convencer a la clase media y trabajadora de raíz socialdemócrata de que no basta con mantener lo que existe, de que hay que consolidar la ampliación de la Unión Europea y continuar profundizando en los mecanismos de construcción para evitar, precisamente, una galopada a la estadounidense, o es posible que ese decisivo sector del voto no termine siendo pasto de discursos elementales y gratificantes.

Lo peor que nos podría pasar es que empeñados en mantener principios y maneras de vivir fuéramos alejándonos de ellos, precisamente por no confiar en lo único que puede ser eficaz para evitarlo: reencontrar la capacidad de hacer juntos lo que no podemos lograr por separado."...

31 mayo 2005

Mi vida. 1988 / 1989


Por esas fechas, aparece un personajillo funesto. C. Encantador y tierno a simple vista. Vago, mentiroso, ruín cuando se le conoce un poco más. Le doy una mano y me toma el brazo. Su amor posesivo destruye todo lo que toca. Intento una relación de simple amistad, pero con él no hay medias tintas. Me persigue por todo Madrid, intenta controlarme, me difama, se convierte en una pesadilla.

En septiembre de 1989 los periódicos traen noticias extrañas de la Europa del Este. Miles de alemanes orientales que veraneaban en los balnearios del lago Balatón huyen a occidente por la frontera austro-húngara. Los checos y los polacos andan revueltos. Y Gorbachov no parece tener la intención de sacar los tanques.

Yo estoy en Chipiona, en un apartamento de los que por cuatro pesetas facilitaba el banco en sus mejoras extra-convenio (que tiempos aquellos). Mi intención era pasar una quincena tranquilo, lejos de C. y a solas conmigo mismo. Pero a los cuatro días me aburro y me desespero. Llamo a mis amigos y les invito a venir, pero ninguno puede. Eduardo, sin embargo, me envía un paquete: dos de sus cinco novios simultáneos, Javier y Joaquín. Los dos adorables. A mi me gusta Joaquín, pero... Una noche etílica en Sevilla, Javier me llora amargamente los cuernos que le pone Eduardo. Yo le digo que no se queje, que Eduardo siempre ha sido honesto con él. Si alguién tiene derecho a quejarse es el pobre Joaquín, que está todavía en la inopia. Y a Javier le falta tiempo para contárselo a Joaquín.

Cuando regresamos a Madrid encuentro un panorama tormentoso. Demasiadas mentirijillas y mucha liviandad. Hemos tejido sin darnos cuenta una red de atracciones y desencuentros que está a punto de estallar. Así que me dedico a sacar al aire los trapos sucios de cada uno y los míos propios. Difundo información confidencial. Varios de mis mejores amigos me dejan de hablar. Temporalmente, al menos.

Cae el muro de Berlín. Fin de una época.

29 mayo 2005

Rien de rien


Francia ha votado. Y ha salido un No. Creo que es un error. Chirac y el gobierno francés plantearon con tremendo egoísmo este referendum como un plebiscito a su gestión. Y lo han perdido. Pero lo que se votaba no era eso. Ni eso ni la entrada de Turquía en la UE –que repele a la ultraderecha. Ni el fin del estado de bienestar ni la privatización de los servicios públicos, como ha mantenido demagógicamente parte de la izquierda. Se votaba más Europa o menos Europa. Ha salido menos Europa. En la Casa Blanca deben estar brindando con champán. Perdón, con vino espumoso. De California.

26 mayo 2005

Etimologías

Dicen los obispos que la unión ante la ley de una pareja homosexual no puede ser un matrimonio. Alegan principalmente tres razones:

La primera es de orden puramente religioso: El matrimonio es un sacramento instituído por Dios para la pareja heterosexual. Además, la ley de Dios prohibe la sodomía. Es cierto. Desde el punto de vista de un creyente cristiano que acepte a machamartillo la doctrina de la Iglesia desde los tiempos del emperador Constantino. Pero entonces tampoco es matrimonio la unión civil en los juzgados de una pareja heterosexual que no ha pasado por la vicaría. ¿Nos proponen los obispos que eliminemos el matrimonio civil? ¿Volvemos al Nacional Catolicismo?

Hay una segunda razón, basada en el Derecho Natural. Lo natural es que el macho de cada especie se empareje con la hembra para procrear. Vale. Estadísticamente hablando, es la opción mayoritaria. Pero desde Freud sabemos que la naturaleza es en realidad polimorfa perversa. ¿Es que los obispos nunca han visto dos perros machos chingando? ¿Debemos recuperar la poligamia, que es la modalidad sexual más común en la naturaleza de las especies cercanas a la humana?

La tercera y última de las razones es la que nos da la clave de todo el asunto. Dicen los padres de la Iglesia –y quienes rechazan la nueva ley desde un punto de vista estético- que la palabra "matrimonio" viene del latín "mater", o sea, madre. Y por tanto no se puede aplicar a la unión de dos hombres. ¿Y a la de dos mujeres, por qué no?. ¿Valdría la fórmula para las chicas bollo, debiendo los chicos mariquitas adoptar la palabra "patrimonio", del latín "pater", padre? Y aquí viene lo bueno: Resulta que matrimono viene de "mater" y de "moneo", dinero. Y en latín, matrimonio significa exactamente "el dinero de la madre", así como patrimonio es "el dinero del padre". Porque la institución del matrimonio –frente a lo que la Iglesia suele dar a entender- es muy anterior al cristianismo. Y el matrimonio fue, es y será siempre un contrato privado, para asegurar y resolver cuestiones de índole económica en el seno de una pareja y en su relación con la sociedad. Pese a visiones religiosas o románticas del tema.

Las palabras evolucionan con los cambios sociales y dentro de unos años estaremos tan acostumbrados a los matrimonios homosexuales que a nadie le sonarán mal. Palabras más raras se han visto: Su Santidad Benedicto XVI es el Sumo Pontífice. Pontífice viene del latín "pontifex-icis". Que significa "el que construye los puentes". Sobre el Tíber, concretamente.

24 mayo 2005

Lignum Crucis


El señor Carod Rovira nos ha deleitado con algunas de sus típicas payasadas en Tierra Santa. Y esta vez –como en el caso de los matrimonios homosexuales- las tres religiones monoteístas han estado de acuerdo: Blasfemia!!!

Parece ser que ahora ya no se puede reir uno de los dioses. Ofendes a los creyentes. Pero los sacerdotes de los dioses si pueden llamarme tarado, eso es libertad de expresión y de conciencia.

22 mayo 2005

Naciones Unidas


En octubre de 2014 el reino de España se descompuso en 14 repúblicas independientes, más el principado de Asturias y los Grandes Ducados de Ceuta y Melilla. Tras el fin del terrible conflicto bélico entre Castilla-La Mancha y Murcia y la pacificación del protectorado portugués de Badajoz, la Unión Europea readmitió a las nuevas naciones en su seno. La Europa de los 52 aportó fondos para la reconstrucción y pronto todo volvió a la normalidad. En 2015 la República Democrática de Madrid ganó el festival de Eurovisión, con el bonito tema "All you need to make love is siesta", interpretado por la andalusí Rocío Barberá. En 2016 el ESC se celebró con gran éxito en la ciudad del Manzanares, resultando ganadora la canción "Mediterranean lovers", que defendió con garbo el grupo Pulpo A Feira representando a Catalunya. Y en mayo de 2017, el incomparable marco del Forum de Barcelona acogía el triunfo de los Jai Alai On Ice -los Abba del Nervión- y su inolvidable hit "Nouvelle Couisine of Loving".

15 mayo 2005

Diario de Berlín (y II)


4 de mayo: De mañanita, museo de Pérgamo y Altes Museum. O el resultado del saqueo de la Antigüedad clásica por arqueólogos alemanes en los siglos XIX y XX. Saqueo que nos permite contemplar en unos minutos el altar de Pérgamo, la puerta de Ishtar de Babilonia, el pórtico del mercado de Mileto... Luego visitamos por dentro la catedral (Dom), con una curiosa cripta donde están depositados los sarcófagos con los cuerpos de casi toda la familia real prusiana, los Hohenzollern. Cripta que fue destruída por una bomba durante la guerra y que los comunistas de la DDR restauraron con bastante acierto. Comemos en una explanada llena de terrazas junto a la estación de Hackescher Markt. Una especie de plato combinado, con un pastel de fiambre muy bueno. Otra vez rodeados de españoles. Luego damos un paseo por los barrios del norte, ahora bastante de moda. La calle Oranienburger con la sinagoga, muchos cafés, los patios art decó de Hackesche Höfe. Allí hay una tienda que vende souvenirs basados en el nuevo icono de la ciudad: Ampelmann o el hombrecito extraño de los semáforos de la Alemania del Este. Cuando volvemos al hotel, pasamos por un solar en obras con una pequeña exposición de fotografías: Topographie des Terrors. En este lugar, a sólo 100 metros de nuestro hotel y en lo que fue la calle Prinz Albrecht, estaban los cuarteles generales de las SS y de la Gestapo. Acojona un poco. Esa noche cenamos en Kreuzberg, en un restaurante muy chulo: "Altes Zollhaus" (La antigua Aduana). Un caserón de aspecto rústico en donde podrías cenar con Eva Braun. De hecho la "maitresse" tiene un cierto glamour nacional-socialista.
5 de mayo: Visita al museo de Historia Alemana en el Zeughaus, un bonito edificio barroco en Unter den Linden. Cuando llegamos, los comercios están cerrados y todas las campanas de las iglesias están sonando. Deducimos que es día de fiesta –se cumple el sesenta aniversario del fin de la guerra en esta ciudad. También está cerrada la colección permanente del museo, pero no así una exposición bastante curiosa –en el anexo del edificio, obra de I.M. Pei, el arquitecto de la pirámide del Louvre- sobre los efectos del nazismo y la guerra en Alemania: El exterminio de millones de seres humanos, la destrucción de ciudades enteras, el hambre, la miseria, la ocupación por las potencias vencedoras, la división en dos estados irreconciliables y la conversión del oriental en una férrea dictadura. A partir de ahí, la exposición nos muestra cómo los alemanes han ido recomponiendo su país, a veces con errores, a veces echando tierra sobre feos asuntos del pasado. Pero casi siempre desde una perspectiva europea y de diálogo con el Este (la Ostpolitik de Willie Brandt). Cuando salimos de la exposición luce el sol y los museos están cerrados, así que nos vamos al Zoo. A mí, los animales como que me aburren, pero hace muy buen día y da gusto pasear por los jardines, entre cebras y okapis. Comemos allí mismo, en el autoservicio, un plato de pasta bastante intragable. Luego volvemos al hotel para cambiarnos, porque a las cinco tenemos entradas para la ópera: Tannhauser, claro. El edificio de la Staatsoper decepciona un poco, si lo comparas con las óperas de Budapest, Praga o Viena. E incluso con el Real de Madrid. Pero la representación nos encanta: buena orquesta, buenos intérpretes, escenografía sencilla pero muy efectiva y figurines Belle Epoque. El público, bastante más joven y heterogéneo que en el Real. En el entreacto me tomo una especie de ponche típico con frambuesas que me sienta fatal. Cuando volvemos al hotel, estamos demasiado cansados para salir a cenar. Alfonso cena un cubo-fitness de supervivencia que ha comprado en recepción, yo nada porque tengo las frambuesas atravesadas.
6 de mayo: Visita al parque y palacios de Sans Souci, en Potsdam. Llegamos en metro y está lloviendo. Despiste total cuando intentamos coger un autobús que nos deje en el parque. Finalmente lo logramos. En el palacio de Sans Souci, propiamente dicho, están las taquillas. Entro yo a comprar los tickets. Leo en un cartel que hay una tarjeta premium que te permite la visita a todos los palacios y museos y sale a cuenta. Muy listo, le pido al colega de la taquilla dos tarjetas premium. Entonces él me pregunta algo en alemán. Le digo en inglés que no hablo alemán y el me hace la pregunta en inglés, pero yo ya me he bloqueado y no le entiendo. Al final tiene que entrar Alfonso a aclararse con el taquillero. El problema era que las visitas eran guiadas y por horas y me preguntaba si la hora que me daba nos venía bien. Debo aclarar aquí que he estudiado inglés durante años, lo leo perfectamente y de corrido y no lo escribo del todo mal. Pero a la hora de hablarlo y, sobre todo, de escucharlo, sufro vértigos, sudores fríos y acabo pareciendo Paco Martinez Soria con la boina puesta. En fin, después del incidente visitamos el palacio –muy bonito, con el aliciente de que aquí veraneaba Voltaire, del que yo soy super-fan- y luego nos vamos a comer. Muy cerca descubrimos el restaurante Movenpick (Gaviota), con un apetecible comedor acristalado. Pedimos mesa para dos, pero la camarera nos conduce inexplicablemente al destartalado café de la entrada. Le decimos que lo que queremos es comer, no tomar un café, pero la tía insiste. Así que nos vamos. A la salida hay unas mesas de madera con bancos y un quiosquillo que ofrece salchichas, cerveza y patatas fritas. Acabamos comiendo allí, por no seguir buscando. Por la tarde sale el sol y visitamos el Palacio Nuevo, los jardines, el pabellón chino... Volvemos al pueblo andando por el parque, y para que la distancia se nos haga más llevadera, imaginamos que estamos andando por la calle Goya desde Colón hasta La Cruz Blanca, con nostálgico recuento de comercios presentes y desaparecidos. Volvemos en metro, sin billete. Esa noche, la última en Berlín, decidimos salir a cenar al barrio gay de moda, Prenzlauer, al norte de la estación de metro de Eberwald Strasse. Nos decidimos por un restaurante con especialidades de Turingia. El sitio es auténtico, con paredes forradas en madera y cabezas de ciervos disecadas. Un solo camarero atiende a la barra y a los dos comedores, el pobre parece agobiado. Tarda una eternidad en traernos la comida, pero la espera merece la pena. Yo he pedido un codillo asado con chucrut. Superior. Al terminar, estamos tan empachados que se hace impensable el ir de copas. Así que renunciamos a conocer el famoso ambiente nocturno berlinés y volvemos al hotel a tomarnos un Almax.
7 de mayo: Mañana libre. Aprovechamos para visitar la Alte Nationalgallerie, que nos habíamos saltado: museo centrado en el arte del siglo XIX, con mucha pintura romántica y una buena selección de impresionistas. Después cogemos el metro para llegar a la estación del Zoo y darnos el paseo pendiente por la Kurfursterdamm. Al llegar al andén, el tren está a punto de salir. Envalentonados por la experiencia del día anterior, nos montamos sin billete. Y según salimos de la estación nos pillan dos policías de paisano, que nos hacen pagar una multa de 40 euros por persona. Alfonso está rabioso. Se nos quitan un poco las ganas de hacer compras y cotillear tiendas. Comemos en un restaurante indio, unas sopas de lentejas hiper-mega-picantes y unos currys de pollo. Y al hotel para coger las maletas y un taxi al aeropuerto de Tegel. Vuelta a Madrid con Iberia, sin novedad y sin comida a bordo.

10 mayo 2005

Diario de Berlín (I)


30 de abril: Madrugón para llegar a Barajas. Overbooking. Escala en Bruselas –la Grand Place. Otra vez en vuelo: Tempelhof, el aeropuerto de Hitler. Se ha perdido una maleta y los empleados del aeropuerto no hablan una palabra de inglés. Un taxi al hotel, en Anhalter Strasse: 7 euros. Salimos a la calle para un primer contacto con la ciudad. Postdamerplatz, puerta de Brandenburgo, Unter den Linden. Los hombrecitos raros de los semáforos de la DDR. Reichtag. Subimos a la cúpula de Norman Foster al anochecer. Vuelta al hotel con parada en un restaurante mexicano de Postdamerplatz: tacos, burritos und ein bier, bitte!

1 de mayo: Madrugón. Arquitectura de vanguardia en Postdamerplatz. Llena el hueco que dejó el muro, levantado a su vez sobre las ruinas de lo que fue, antes de la guerra, el centro comercial de la ciudad. Ahora es feudo de las multisalas y de las grandes corporaciones globales: DaimlerChrysler, Sony, PriceWaterhouseCoopers. Y un centro comercial replicante de todos los centros comerciales. En la Gemäldegalerie, Nofretete (Nefertiti) nos mira, pequeñita y tuerta. A estas alturas ya hay manadas de españoles en todo Berlín. Paseo por el barrio de las embajadas e inmersión en el parque Tiergarten. Hay gente en bolas tomando el sol. Hace bastante calor. Una cerveza en la columna del ángel, la Siegessäule. Luego, bordeamos el río Spree en dirección a la Cancillería y al Reichtag. Los turcos aprovechan la mañana de un domingo soleado para hacer barbacoas en el parque. Monumento a los soldados sovieticos. En la Puerta de Brandenburgo un grupo de alemanes "bios" celebran alguna festividad del calendario chino. Comemos en Pepita, terraza-pizzería en Unter Den Linden. Después pasamos por la plaza Gendarmenmarkt, con su pomposa sala de conciertos y sus dos iglesias gemelas. Detrás de la Ópera están haciendo una feria del vino y aprovechamos para descansar un rato tomando unas copitas de vino blanco, muy afrutado, como un moscatel suave y helado. Luego seguimos por Bajolostilos: La Neue Wache, teorema del neoclásico. Antigua sede de la guardia real prusiana y ahora un monumento a las víctimas de las guerras y dictaduras. El sol se cuela por una abertura en el techo. Hago una foto que he puesto como fondo de escritorio. Cruzamos a la isla de los museos. Más neoclásico al fondo, pero en primer plano un pastelón neobarroco: la catedral. Y al lado un espanto de la DDR: el palacio de la República, que va a ser demolido aunque con polémica. Hay nostálgicos que quieren conservarlo. Yo creo que el régimen comunista merecía el fin que tuvo -aunque sólo fuera por haber perpetrado ese edificio. A lo lejos y por encima de lo demás, la torre de la televisión en la Alexanderplatz. Ésta si que tiene su encanto. Muy años setenta. Subimos. Las vistas desde el café giratorio son impresionantes. Largas avenidas con bloques inmensos hacia el Este; Masa boscosa y algún rascacielos al Oeste. Tengo los pies rotos, pero volvemos al hotel andando por Friedrichstrasse para ver lo que queda del Checkpoint Charlie. Ahora es un tingladillo comercial para disfrute de turistas. Cuando llegamos al hotel, me pasa como a Rambo: no siento las piernas. Lo que no impide que tras una ducha y un breve descanso salgamos a cenar a una zona cerca de Kurfürstendamm que me he enterado yo que hay mucho café y mucho bar de ambiente. Si que hay, pero despues de cenar humus y kebap en un turco, estamos tan cansados que nos volvemos al hotel.

2 de mayo: Museo judío. Está bien. El edificio no mata pero es curioso. La exposición, interesante y didáctica, sin caer en el morboso regusto habitual. Con un punto un poco molesto: En un momento dado, parece que el Holocausto –un horror injustificable- se aprovecha para justificar la ocupación de Palestina. Lo siento mucho. Los judíos tienen toda mi simpatía, pero no veo que el espanto nazi pueda servir para disimular la injusticia creada por los sionistas en Oriente Medio. Luego seguimos hacia el Sur. Paseo por la zona de Kreuzberg. Comida en un turco especializado en productos naturales. Kebaps y unos dulces buenísimos. Después de comer, la idea es acercarnos al embarcadero de la isla de los museos y coger uno de los barcos turísticos que recorren la ciudad por el río y los canales. Pero antes nos pasamos por la estación Ostbahnhof y sacamos billetes de tren a Dresde para el día siguiente. Cuando llegamos al embarcadero acaba de salir el último barco de la tarde y no hay otro hasta las tantas. Lo dejamos, vamos a ver los osos –si, osos pardos vivos- en un parquecito cercano y paramos en la terraza de un bar al borde del Spree. Dentro hay cienes y cienes de españoles. De pronto se oye una canción cantada a coro. Comentamos: -¡Qué típico, ahora se levantará un jovencito rubio a cantar "Tomorrow belongs to me"!. Pero me doy cuenta de que el cántico en cuestión es una habanera. Son los españoles, que forman parte de una coral o algo así. Cenamos pronto, en una pizzería junto al hotel.

3 de mayo: Dresde. Los aliados la bombardearon –aunque no era un objetivo militar- con bombas incendiarias. Hubo 30.000 muertos, en su mayoría niños y ancianos, y la ciudad emblemática del arte y la arquitectura del barroco, la Florencia del Norte, quedó arrasada. En honor a la República Democrática Alemana hay que decir que fue escrupulosamente restaurada en su mayor parte. Todavía les queda. Visita a la ciudad. Comemos en un sitio muy vanguardista que se llama Raskolnikov, como el personaje de "Crimen y Castigo". Muy bien de precio y un plato surtido de pescados ahumados para chuparse los dedos. Visitamos la tienda (lechería en su origen, ahora delikatessen) en donde se inventó la leche condensada. Está en la quinta puñeta y llueve. Volvemos arrastrándonos a la estación y esperamos la salida del primer tren tomando un heladazo. Cuando llegamos a Berlín nos bajamos en la estación del Zoológico pensando en dar un paseo por Ku’Damm, pero llueve a mares y nos refugiamos en un restaurante chino, donde cenamos pato laqueado. Luego, a mimir.

27 abril 2005

La pluma de Ratzi.


Leo estos días en periódicos y blogs las barrabasadas pronunciadas por algunos políticos y religiosos en torno a la reforma legal del matrimonio civil que permite las uniones homosexuales. Nada que me sorprenda, es la misma caca de siempre: posturas retrógradas basadas en prejuicios tontos que se fundamentan en la más completa ignorancia de lo que es la sexualidad.

Lo que me viene entonces a la cabeza y querría comentar aquí es la situación –patética o ridícula o las dos cosas- de muchos maricas de derechas. Porque un homosexual o bisexual de derechas es un marica, NUNCA un "gay". La palabra gay (alegre, vistoso) contiene un mensaje implicito de rebeldía y reivindicación, de orgullo en el sentido de "aquí estoy yo, tan bueno, tan valioso como el más macho de los héteros".

Pero ¿cómo se siente un marica católico que vota al PP cuando oye cosas como las que se oyen estos días?. Y hay muchísimos, muchos más de lo que se cree, porque muchos están casados y son padres de familia y van a misa de doce los domingos con su mujer y con sus hijos.

Siempre se ha dicho que no hay cosa más tonta que un obrero de derechas, y parecida sentencia podría aquí aplicarse. Pero es que hay mucha masoca suelta.

Mi vida: 1984 / 1988


Época dorada. Voy mejorando en mi vida laboral, con altibajos: de la ventanilla a la promoción comercial y me destinan a Pontevedra. Me niego, me castigan con un puesto de contable: yo encantado, pero me embarcan en un extraño proyecto de identificación fiscal de cuentas corrientes. Aquello fracasa, me quedo colgado pero aprovecho un leve enchufe y me coloco en Dirección Central, en la mesa de Tesorería. Me llevo fatal con mi jefe, me quiere perder de vista y me coloca en otro departamento adjunto, encargado de la redacción y edición de la revista de bolsa del banco. Allí seré feliz durante muchos años, tendré amigos, me ascenderán.

Después de los fracasos con Javier y con Diego, lo sentimental queda congelado hasta nueva orden. Con el primero restablezco relaciones: Vive en Barcelona y se ha convertido en un importante ejecutivo de una poderosa multinacional. Lo que siempre quiso, pero tiene su corazoncito y necesita algo más que dinero y posición. Un poco de amistad, un poco de sinceridad. Eso si se lo puedo dar.

Me divierto: No me pierdo un estreno de cine o de teatro, me gasto una pasta gansa en música, libros, revistas. Estoy en cada inauguración, en cada concierto. Salgo mucho, bien con el grupo de Diego, más formalitos, bien con el de Luis y las niñas, mucho más gamberros. Luis conoce a Totón a través de Eva, hermana de Mar. Totón es un niño grande, alto, guapo, ingenuo. Es pijo hasta el vómito: nikis rosa de Lacoste, zapatos Castellanos con borlas, un llavero con pelotita de golf sobresaliendo del bolsillo del pantalón burdeos de Zarauz. Muchas horas de Keeper y Pachá. Luis se encarga de seducirle, malearle y hacerle un hombre. En agosto del 87 estamos los tres en Marbella. Hemos alquilado un cutre apartamento en el centro de la ciudad. Vamos cada día a la playa de Puente Romano o a las dunas de Cabopinos. Nos colamos en todas partes, en Pepe Moreno, en Olivia Valere, en Regine’s. En ese mes de vacaciones tonteo como nunca pero no me como una rosca.

Poco después hay una incorporación al grupito de Diego y Eduardo: Ignacio. Tiene mi edad, es abogado y empleado de banca como yo. Rápidamente congeniamos y empieza a formarse un grupo dentro del grupo: Eduardo, Ignacio y un servidor nos convertimos en "las tres odiosas" o "las jirafas" según el grado de simpatía que podamos despertar entre el distinguido público de Rick’s.

24 abril 2005

Lección de Histeria


De la Enciclopedia Alvarez, edición 2037.

En 2009, tras el pavoroso atentado terrorista tramado por el contubernio franco-iraní contra Disneyworld en Florida, el presidente de los EE.UU., Jeb Bush, ordenó lanzar bombas nucleares sobre París y Teherán. Con esta acción preventiva se castigó a los culpables y se evitaron males mayores, lográndose la unión de la Nueva Europa bajo el mando de la OTAN.

En aquellos dramáticos momentos, nuestra Patria se hallaba al borde del abismo, arrastrada al cenagal de la Historia por el gobierno radical de la Horda Roja. Hasta que el 28 de Diciembre de 2010, un puñado de héroes y de patriotas se levantó contra la depravación y –tras una corta pero intensa batalla- tomo el poder para reestablecer la Democracia.
Asesinada poco después la familia real al completo en un atentado terrorista de la criminal banda vasco-islámica Euskadi ‘ta Islamiya (ETI), fue proclamada la República de España, cuyo primer presidente –a título vitalicio, por aclamación popular y por la Gracia de Dios- es D. Josemaría Aznar.
El nuevo gobierno restableció el orden y un año más tarde se aprobó en Referéndum Nacional la Constitución de 2011, que consagra la eterna unidad de los hombres y las tierras de España bajo la advocación de María Santísima y el primado espiritual de Su Santidad el Romano Pontífice.

Desde entonces nuestra Patria ha vivido un periodo de paz y progreso sin precedentes. Los enemigos de España, rojos, separatistas, ateos, sodomitas y degenerados de toda suerte y condición fueron desterrados a la isla-prisión de Fuerteventura, donde se regeneran mediante el trabajo y la oración.

19 abril 2005

Habemus Papam

Carissimi fratelli e sorelle: Habemus Papam, Josephus, Sanctae Romanae Ecclesiae cardinalem Ratzinger Z, Benedictus XVI...

¡¡¡¡¡PUÑOS FUERAAAAA!!!!!

14 abril 2005

1984 - Diego

Principios de abril de 1984. Es Viernes de Dolores, el santo de mi abuela, hace una tarde preciosa y paseo por Recoletos. Entro a las salas Picasso de la Biblioteca Nacional para ver la exposición de Edvard Munch. A esa hora hay poca gente y es agradable contemplar pinturas –aunque el expresionismo nórdico no sintonice exactamente con mi primaveral estado de ánimo. Cuando estoy terminando de ver la exposición me entero de que hay otras dos en salas adyacentes: Una de fotografías de Walker Evans y otra de cuadros de faros de Eduardo Sanz. Así que paso a ver la del fotógrafo, y justo en la entrada me cruzo con un chulazo rubio de uno noventa que quita el hipo. Me quedo mirando, claro, y cuando recupero el sentido me doy cuenta de que hay un sujeto que se ha quedado tan pasmado como yo. Le miro, me mira, y me río. Sigo con la exposición. Muy curiosa, fotografías de los años treinta y la Gran Depresión en los EE.UU. Y entonces percibo una cierta mirada que se clava en mi nuca. Es el tipo de antes, me ha seguido y no me quita ojo. Así que presto un poco de atención. Es de estatura mediana, moreno, con gafas, un poco calvo, cuerpo atlético. No estaría mal si no fuera por la pinta de seminarista tolili que me trae. Termino de ver las fotos y paso a la sala donde se exponen los faros-falos. Las pinturas me sorprenden agradablemente con su simbólica mezcla de arquitectura y naturaleza en tonos azules. El seminarista ya no se esconde y comenzamos el tipico tira y afloja de a ver quien se acerca a quien. Finalmente es él quien me aborda con un práctico: "Hola, me llamo Diego".
Salimos a la calle, tomamos unas horchatas en la terraza Teide y me cuenta miles de cosas: que estuvo en la fiesta de La Luna de Madrid, que es amigo de Rodrigo –el dibujante y pintor que publica un comic genial, "Manuel", en la misma revista, y al que yo también conozco por Miguelón. Que es fan absoluto de las Vainica Doble –y se sabe todas las canciones... Luego, yo me tengo que ir pues debo pasar por casa de mi abuela para felicitarla, pero nos damos los teléfonos. Es el inicio de una apasionada relación que durará sólo 3 meses. Pero después se prolongará en una amistad de años.

A finales de abril Diego celebra su cumpleaños (cumple 27) y nos invita a merendar en Solesmes, un cafetín proustiano de mesas-camilla en la calle de la Amnistía. Allí están sus amigos de la facultad, y entre ellos Eduardo y su hermana. Eduardo me cae fatal, no para de hablar con un tono nasal insoportable de todas las cosas que ha visto en su último viaje por no sé dónde. Y tiene pluma, aunque Diego asegura que no entiende. Como siempre, me equivoco de medio a medio y Eduardo será –es- uno de mis mejores amigos. Aunque entiende, vaya que si entiende...
Diego me presentaría después a otros amigos que acabaron siendo mis amigos. Mención especial a Pilar y a Cristina. Todos ellos –sin olvidar a Luis y sus niñas- contribuyeron a sacarme de la depresión postmilitar-laboral.

Diego tenía sus defectos, como todos, pero fue siempre atento y cariñoso y le quise entrañablemente, a pesar de todo lo que le pude criticar. A través de los años vivimos juntos cosas buenas y malas y podría estar días enteros hablando de Diego, de sus contradicciones, de sus neuras, de su ternura.

En julio de 2002 celebramos mi cumpleaños en un restaurante italiano. Estábamos Diego, Eduardo y yo con nuestras respectivas parejas. Fue un sábado, y el lunes Diego me llamó por teléfono: no se encontraba bien y pensaba que algo que habíamos cenado estaba en malas condiciones. Yo le aseguré que nosotros estábamos perfectamente, a pesar de haber comido lo mismo. El miércoles recibí en mi móvil una llamada de Adolfo, su pareja. Diego acababa de fallecer. Una meningitis. Fulminante, no se pudo hacer nada.

Diego era un católico convencido y me gustaría pensar que nos espera en el Cielo, tocando el arpa sobre una nube mientras destroza una canción de las Vainica. Como yo no soy creyente, me conformo con guardar su recuerdo y escribir aquí ésto en memoria suya. Pues uno no muere del todo mientras haya alguien que le recuerde.



12 abril 2005

Mi vida - 1984


En una de mis primeras salidas en plan escayola, acudo a un acontecimiento mítico: La fiesta de presentación de "La Luna de Madrid" en el hotel Palace, diciembre 1983, con actuaciones de Golpes Bajos y mis idolatradas Vainica Doble. Están todos los famosos, entre ellos Carlos Berlanga, con quien ya he coincidido alguna vez en la barra del Ras y que no me quita ojo. Poco después recibo mi primera paga extra de Navidad, que invierto integramente en un espectacular equipo de música. Coincido un par de veces con Luis, el amigo de Miguelón, y cambio de opinión respecto a él. Antes de la mili me había parecido un niñato cretino, ahora me parece un loco encantador. Una tarde quedamos en un antro de Malasaña. El pretexto es la actuación en directo de su amiga Paloma –punki de El Viso- con su nuevo grupo. Imitan a los Pale Fountains, pero se han metido un tripi o algo peor y no hacen más que desbarrar y el concierto se suspende. Luis y yo, acodados en la barra, nos descojonamos de todo. Pedimos cocacolas, que mezclamos con una botella de whisky DYC comprada en el ultramarinos y escondida en la gabardina. El resultado: Tremenda borrachera, vomitona y resaca mortal al día siguiente. Durante años no soportaré el sólo olor del whisky. Pero nos hacemos superamigos. Me presenta a sus otras amigas: Lulú es punki masoquista, tiene un grupo de estética nazi y se dedica a entrar en los bares de negros de Chueca (entonces los había) gritando cosas como "negros, hijos de puta, iros a Africa". Los negros, naturalmente, la canean –y ella es feliz. Luego está Edith Puaff, la exhuberante venezolana -heredera de un imperio petrolero al otro lado del charco- que ha formado con Paloma un grupo inspirado en Devo. Su mayor éxito es el superhit "hombre caramelo". Y por último, Mar, una chica de la que me hubiera podido enamorar –si yo no fuese tan poco bisexual. Mar es muy joven y ya tiene un pasado. Morena y garbosa, tiene un aire como de miliciana de la Guerra Civil. Tiene cabeza, tiene tetas, volvería locos a muchos hombres, pero se complica siempre la vida con amores difíciles. En Carnaval nos disfrazamos y nos colamos en el baile del Círculo de Bellas Artes. Mar y su prima Susana van de princesas rusas, Luis de superhéroe de plástico, yo de fraile –lo que me permite ligar con un montón de monjas, obispos y cardenales.

06 abril 2005

...y ahora Rainiero!


Y ahora debemos hacernos la pregunta fundamental que acongoja en estos difíciles momentos a todo el Orbe Cristiano:
¿Quién va a ir al funeral del Papa en representación del principado monegasco?
Porque en las exequias de Pablo VI y Juan Pablo I estuvieron al pie del cañón Rainiero y Gracia –ella siempre tan mona. Pero ahora... ¿Se atreverá Alberto a salir definitivamente del armario y aparecer con una pareja del mismo sexo en la Meca de la homofobia? ¿Seguirá armarizado y recurrirá como otras veces a su hermana Carolina –siempre tan mona? ¿Carolina + Ernesto de Hannover = numerito etílico del segundo en pleno Vaticano? ¿Se presentará Estefanía con algún chulazo / camarero / domador de circo?

Papa de Masas


La avalancha de fieles obliga a las autoridades de Roma a bloquear la fila de peregrinos (El País)

Miles de personas -se habla ya de 1,2 millones- esperan colas de hasta 14 horas para honrar al Papa (El Mundo)

"Es que era un papa muy querido", dirán muchos, "y especialmente por los jóvenes" añadirán. Muy querido fue Juan XIII y no hubo avalanchas en su velatorio. No señores, lo que produce toda esta locura es la conjunción de tres factores:

1.- Juan Pablo II ha sido el primer papa global. En su juventud fue un actor y al llegar al pontificado no renunció a seguir siéndolo. Ha sido una estrella mediática, ha utilizado la televisión como nadie, ha hecho el payaso cuando tocaba una gracieta y se ha puesto serio después para reñirnos a todos. Por eso los medios le adoran, les sube el share y les pone a cien. Al pobre Roncalli sólo le conocían los católicos y en estricto blanco y negro; A Woytila le conocen todos los catódicos en Yakarta, en Alma-Ata y hasta en Pyongyang.

2.- Existe una tendencia natural de los seres humanos –debería ser urgentemente estudiada por los antropólogos- a ponerse en la cola de lo que sea. Lo mismo me da la capilla fúnebre del Vicario de Cristo que la caravana anual de Semana Santa con destino Alicante. El caso es seguir a la multitud de acuerdo con el viejo lema: "¿dónde va Vicente? – donde va la gente". Si hay gente haciendo cola es que merece la pena, vete a buscar a los niños que yo os guardo el sitio...

3.- Los viajes a Roma se han abaratado hasta el absurdo. Al funeral de Pablo VI fueron los Reyes y Fabiola. Al de Juan Pablo II, con tarifas low fare, puede ir hasta Manolo el de Viajes Halcón. Si encima el Senatus PopulusQue Romanorum ofrece albergues gratis, mejor me lo pones.

03 abril 2005

De laboris solis

Esta noche ha fallecido Su Santidad Juan Pablo II.
Tanta gloria le dé Dios como descanso nos deja.

30 marzo 2005

Mi vida - 1983


Estábamos en marzo de 1983. La mili ha terminado, tengo mi carnet de conducir, tengo mi carrera de económicas a falta de una asignatura, soy joven y guapo, la vida me sonríe. Y sin embargo entro en una fase abismal de depresión. Mis amigos de antes han cambiado o ya no están o ya no me interesan. Mi familia me abruma: les quiero pero no puedo darles lo que me piden al nivel que merecen. Es el momento de la verdad, el fin de la vida imaginaria de Peter Pan que he llevado hasta entonces. Y me pilla en el peor momento emocional: tras 14 meses de mili, tengo los nervios a flor de piel y la autoestima por los suelos.

A falta de otras perspectivas laborales, preparo oposiciones a administrativo para el banco donde trabaja mi padre. Pero yo no quiero ser empleado de banca, yo quiero ser Rico y Famoso. Me intento convencer de que el banco es una solución provisional mientras llega el mecenas que me descubra y me lance al estrellato.

En estas condiciones me llama Javier, mi ex que nunca lo fue. Me propone unas vacaciones en Lisboa. Me apunto ilusionado y a principios de julio hacemos el viaje. Lisboa me entusiasma, pero mi relación con Javier pasa de la adoración al odio. Durante los siguientes dos años no nos hablaremos.

En septiembre empiezo a trabajar en una sucursal. Me ponen en una ventanilla, sustituyendo a un jubilado. Es el modelo oficina siniestra. El director me llama por el apellido y guarda los caramelitos de promoción en la cámara acorazada. El apoderado luce melenita Bee Gees, anillazo con sello nobiliario y uña extensible multiusos en el dedo meñique. El único compañero de mi edad es un simpático vallecano con una informada opinión sobre los homosexuales: "los que lo son por enfermedad tienen que estar en un hospital, pero los que lo son por vicio habría que matarlos a todos"

Trabajo de pie en mi ventanilla de 8 a 15 horas, de lunes a sábado. Y me pagan 54.000 pesetas (324 euros). La mitad de lo que ganaba con las bodas Lord Winston’s. Me siento estafado. Y a los quince días de estrenarme, entran dos yonquis y atracan el banco. Uno de ellos, el más pardillo, me pone la pistola en la cabeza y me dice que me tire al suelo. Imposible, apenas quepo en mi estrecha ventanilla. Se le cae la pistola, se pone más nervioso y salen corriendo con unas pocas pesetas. No duermo en una semana.

Para intentar superarlo y pensar en otras cosas me apunto con Miguelón a un gimnasio oriental. Se trata de volver a ponerme en forma y aprender artes marciales. El primer día hacemos un ejercicio de precalentamiento. Salto descalzo a la pata coja sobre el tatami de plástico, resbalo y me golpeo con fuerza el pie contra la pared. Caigo aullando de dolor. Viene el monitor oriental, estudia el caso y me estira los dedos. Aullido. El amarillo me pone pomada del Tigre en el pie y me venda con una gasa: "¡Medicina china, buena, mañana culado!". Al día siguiente me levanto para ir a trabajar. Imposible dar un paso. Mi padre dice que estoy exagerando. Llorando de dolor, me pongo los zapatos y salgo a la calle. El dolor crece aún más si cabe. Vuelvo a casa y me llevan a Urgencias. Radiografía. Cuatro dedos rotos y escayola hasta la rodilla durante mes y medio. El forzado reposo me proporcionará unos kilitos de más y mucha más depresión.

Dios aprieta pero no ahoga: Cuando por fin salgo de casa, lo hago para acudir en el cine Proyecciones al estreno mundial de "Entre Tinieblas". Luego me voy yo sólo, con mi escayola y mi bastón, a tomarme una copa en el Ras, con gran éxito de crítica y público. Es como el punto de inflexión que necesitaba: Después de haber caído tan bajo, uno sólo, puede rebotar. Y en 1984 las cosas van cambiar a mejor.